Aunque no lo creas, soy científica. Investigo, pregunto, dudo, vuelvo a investigar. Sin embargo, porque soy científica sé que hay preguntas que no tienen respuesta, que hay cosas que no pueden ser demostradas y que el éxito de lo que uno quiere probar muchas veces depende del contexto en el que se realizan los experimentos.
Por todo esto es que me animo a decir que hay cosas que quizás jamás puedan ser demostradas, pero no tengo ni la menor duda de que existen, que simplemente están, son. Donde las herramientas para percibirlas están dentro de uno mismo, solo hay que animarse y explorar. Y por sobre todo, dejarse sorprender porque la magia… existe.
Veamos lo que nuestro amigo Osho tiene para decirnos
“…Para la razón hay dos tipos de existencia: lo conocido y lo desconocido. Lo desconocido es aquello que todavía no se conoce pero que algún día se conocerá. Sin embargo, el misticismo afirma que hay tres tipos de existencia: lo conocido, lo desconocido y lo incognoscible. El místico entiende por incognoscible aquello que nunca podrá ser conocido...”
“…La razón es el esfuerzo por conocer lo desconocido, la intuición es el acontecer de lo incognoscible. Es posible penetrar en lo incognoscible pero no es posible explicarlo.
El sentimiento es posible; la explicación no. Cuanto más intentas explicarlo más te cierras, así que no lo intentes. Deja que la razón trabaje siempre en su propio campo pero recuerda continuamente que existen reinos más profundos. Existen razones más profundas que la razón no puede entender. Existen razones más elevadas que la razón es incapaz de concebir.”
Fragmento: Osho. Intuición: El conocimiento que trasciende la lógica. Grijalbo (2004)
