Muchas veces hemos escuchado decir que todos tenemos un plan
establecido al cual seguir, un especie de destino ineludible que nos persigue a
sol y a sombra. Para algunos eso puede ser una obviedad, para otros carece de
sentido, pero mas interesante se pone aun cuando nos dicen que también formamos
parte de un plan mayor, un plan para la humanidad. No sera demasiada presión?
Dirán algunos.
Yo desde mi experiencia y mi forma de ver las cosas les
puedo decir que cada vez estoy mas convencida de que hay algo de verdad en
ello. Solo basta prestar atención a nuestro alrededor. Ser sensibles a las
señales, a todo lo que se desarrolla delante de nuestros ojos, y que nos
muestra ese gran plan del que todos formamos parte. Ese plan que nos muestra
que todo esta tan coordinado en el Universo como si fuera un gran concierto,
donde cada uno de nosotros es esa nota precisa que se presenta en el momento
adecuado y sin la cual, la gran obra no estaría completa.
Existen diferentes tipos de misiones, de papeles que llevar
a cabo en esta gran obra. Cuando de nuestra misión personal se trata, tomamos
el protagonismo de nuestra obra, solo nosotros la podemos llevar a cabo.
Nuestra misión es como el papel que le dan a representar al actor en la obra de
teatro, solo él lo puede hacer porque fue creado para ello. Ese papel no lo
puede cumplir otra persona, porque es especial para cada uno. Y tenemos que
llevarlo adelante a pesar de los miedos que el estar en escena nos pueda
causar, porque tenemos todo para llevar a cabo ese papel, no otro. Pero,
sabemos cual es el papel que debemos desarrollar?, algunos lo saben, otros no,
para ciertas personas les es natural y otros pasan su vida sin descubrirlo. Antes de nacer todo eso esta claro, pero
al llegar a esta tierra los velos nos vuelven a cubrir y conocer nuestro rol es
este mundo se torna un desafio mas. Pero a no desesperar que el Universo nos
lanza a lo desconocido, pero con un monton de herramientas para el autoconocimiento.
El estar alineados y escuchar verdaderamente nuestro interior nos hace la tarea
mas fácil. Pero para ello hay que dejar de lado el “deber ser” y comenzar a
fluir, porque cuando todo esta en su justo lugar solo fluye.
Lo mas fascinante de todo esto es que mi plan encaja
perfectamente en un plan familiar, las familias evolucionan juntas y cada
participante suma al crecimiento espiritual de cada uno de los componentes de
una familia. Todo eso también está dentro de un plan mucho mayor, porque no es
azar el lugar donde naci, significa que algo tengo para brindar a mi tierra. Y
el plan mas global, donde más se puede percibir que todos somos uno, donde
todos somos necesarios para llevar a la humanidad a una apertura mayor de
conciencia, es el plan de la humanidad toda. Ser parte de este plan no es mas fácil
o mas difícil que llevar a cabo mi plan personal, ya que la única manera de
ayudar al planeta en este salto vibracional es ser nosotros mismos, estar
alineados con la sabiduría que yace en nuestro interior, que exista coherencia
entre lo que pensamos, lo que decimos, lo que sentimos y lo que hacemos. Si
logramos eso, si trabajamos para eso, estaremos siendo fieles a nuestra
esencia, todo fluirá adecuadamente, nos descubriremos a nosotros mismos y en
ese descubrir estaremos fluyendo hacia la manifestación de nuestro propio plan,
y asi estaremos ayudando a la humanidad toda. El salto vibracional estará cada
vez mas cerca. Hagámoslo juntos.
Un solo ser… una sola conciencia…
Namasté
K Luna
